Con esta frase cerraba el match uno de los tantos muchachos que vinieron a ver el debut de Ivan Mourazos en la 4a de Circuito Tenis.
Y dicha frase hacía alusión al rival, el interminable Guillermo Wasyleckzo, quien arrancó abajo en el primer set, pero por suerte pudo darlo vuelta para llevarse una victoria total.
Fue 6-7 / 6-2 / 6-0 en un comienzo soñado en el Abierto de Hamburgo, torneo en el cual Guillote tiene amplias chances de llegar bien lejos.
Ni hablar del juego de Iván, quien realmente demostró estar a la altura de las circunstancias: palo y palo todo el partido, golpeó duro pero, en el momento más clave, se fue de cabeza.
Wasy supo jugar con inteligencia hasta volver loco a Ivan: su gran experiencia lo hizo ganar y por eso se fue festejando...
> Por Pablo Acosta