Realmente estuvo muy picante el partido entre Martín Podestá y Eduardo Fischer, quienes se midieron con ganas de meterse en los cuartos de Roland Garros 7a. Fue triunfo para Martín por 6-2 / 7-5 en una noche al borde de la lluvia en Teléfonos.
Los muchachos estaban bañados. Pero el ambiente estaba tenso, en un partido muy pero muy chivo, con mucho tenis y mucha picana.
Y realmente Podestá no la tenía fácil hoy, con un Fischer que realmente le pega. Pero sus grandes dotes de jugador de paddle nato le simplificaron las cosas al ganador, ya que devolvió todo lo que le tiraba su rival y estuvo bastante parejito.
Podría haber sido para cualquiera de los dos, pero Martín estuvo más frío. Quizás eso le jugó a favor, a pesar de que Edu se iba y volvía del partido constantemente. Sobre el final Fischer casi lo da vuelta, pero no le alcanzó.
Festeja Martín quien viene confiado para lo que queda de Rolanga. El grandote tiene hambre de gloria...
> Por Pablo Acosta