Aunque el titular suene sentimentalón, nos referimos a duplas tenísticas. Más precisamente la de Miguel Guardia y Damián Tello, compañeros de dobles pero, esta tarde, rivales... fue para Guardia: 6-1 / 6-2 y a octavos de Manta 7a.
Ambos se conocen como pocos y el duelo tenía un gusto especial. La superficie (cemento) le ponía algo de color (verde), ya que suelen jugar juntos en polvo de ladrillo.
Migue fue más que Damian, que parecía no despertarse del todo. Guardia no le dio chance en el primer set y tampoco hubo compañerismo que valga en el segundo.
Guardia está en octavos de final de Manta, pero no se olvida de su compañero. Terminado el partido, volvieron a ser los mismos de siempre...
> Por Ezequiel Santos