En otra reedición de un viejo duelo, Osvaldo Rodríguez se sacó la mufa por la final del diurno perdida... derrotó a Mariano Agulleiro por 6-3 / 7-6 y avanza a octavos de Basilea 7a.
Osvaldo y Mariano coincidían en algo: se conocen bien, el partido iba a ser largo y peleado. El vaticinio fue certero a medias: arduo, pero resuelto en favor de Rodríguez en menos de dos horas.
Con un juego difícil de sostener para casi todos sus rivales, Osvaldo uso sus slices como un arma que terminó vulnerando la resistencia de Agulleiro. Y eso que es cabulleiro...
Gran victoria de Rodríguez, que se saca el mal gusto de ayer y mira hacia adelante con una pícara sonrisa.
> Por Ezequiel Santos