“Dale, nada está perdido si no te sentís vencido. Dale guerra con memoria. Vos podés cambiar tu historia. Vamos por la gloria”. Vaya si el tema que supo darle nombre a uno de los discos en vivo de “La Beriso” tiene que ver con el presente de Pablo Werner. Y no tanto por el maratónico duelo correspondiente a la semifinal de Doha en donde venció al siempre difícil Diego Barrios (3-6 / 7-6 / 6-4), sino más que nada por el rival al que tendrá que enfrentar el miércoles 19/2 en Ferro por la llave decisiva del torneo. ¿Quién es el cuco del que estamos hablando? Ni más ni menos que del segundo mejor de la “6ª” categoría, el chofer Omar Leiva Miranda, a quién el zurdo nunca pudo derrotar en las tres veces que se enfrentaron dentro de Circuito Tenis.
Pero esa será una historia que se encargará de contar la semana entrante nuestro querido colega Lucas “El Torito” Santoro, así que por lo pronto nos limitaremos a desearle buenas vibras a Werner, y a transitar el camino de lo ocurrido en la todavía latente noche de Caballito, donde Barrios casi se queda con el boleto a la final luego de triunfar 6-3 en el set inicial, y estar match point en el tie break del parcial siguiente.
“La victoria va llegando”, sentencia Rolo en otro fragmento de la misma canción de la banda formada hacia fines del siglo pasado en Avellaneda. Y centrándose en ese objetivo fue que Pablo logró revertir las acciones para adueñarse de la segunda manga por 7-6, y posteriormente llevarse el tercer chico por 6-4, sellando de esta manera el pase a su primera gran definición de la temporada.
"Nunca quise dejar de soñar, y hoy mis sueños se hacen realidad". ¡Exitos, PW!
< Por Renso Denda