"El que no llora no mama y el que no afana es un gil" dice el famoso tango porteño Cambalache.
Y parece que Don Enrique Santos Discépolo se inspiró en la figura de Ariel Schwoykoski para darle forma a la letra de este tangazo.
Es que el rubio tenista no se animaba a jugar en la 6a categoría aduciendo que no era tiempo, que no tenía el nivel, que pin, que pan...
En el mediodía de Pasco, ganó 6-1 / 6-0 a Eber Condori para pisar con todo en el inicio de Australia 6a y taparse la boca él mismo.
Aunque ojo, en la próxima ronda lo espera Pablo Werner, uno de los más duros de la sexta. Si le gana, revientan todos los pronósticos y renunciamos todos en Circuito.
Un grande Ari que a fuerza de buen tenis y buena onda, progresa y sigue dando que hablar!!!
> Por Pablo Acosta