Vaya que tiene velocidad y agilidad para jugar al tenis. Es muy difícil ganarle un punto porque llega a todas las pelotas. Estamos hablando de Diego Cagna que jugó un partidazo y ganó 6-3/6-1 a Pablo Ravalli por la ronda de 32 del Abierto de Australia de la “5ª” categoría.
Y yo que pensaba que hoy no sería su día. ¿Por qué digo esto? Pasa que Dieguito tuvo que venir a jugar a la Sede de River Plate. De fondo tenía al Monumental. No sé si lo inspiró la cancha o qué pero Cagna se mando un partidazo. Parecía aquel jugador que se lo veía con la camiseta de Boca, corriendo por todas las canchas y nunca dándose por vencido.
El primer set comenzó parejo. Ambos buscaban el punto ganador. A Pablo le costaba más porque Diego llegaba a todas. Era imposible hacerle un winner. Con mucha solidez Cagna se quedó con el primer chico 6-3.
Ya en la segunda manga Pablito se dio un poco por vencido. Cañas aprovechó su derecha y su excelente físico y lo pasó por arriba. Fue 6-1 que lo meten a Dieguito en la siguiente fase.
< Por Felipe Bernabei