Si con su vieja raqueta logró ser uno de los máximos exponentes de la “7ª” categoría de Circuito Tenis, ni nos queremos imaginar lo que puede llegar a lograr con su reciente adquisición. Y es que Juan Carlos Fernández se convirtió en el nuevo propietario de la ex Babolat Aero Drive de Fernando Romero, y venció gracias a ella al siempre difícil Gastón Fedullo (6-2 / 7-5) por los octavos de final del Abierto de Winston Salem.
El duelo, disputado en la cancha de cemento más rápida del Parque Roca, esa misma que nunca lo vio perder a Fernández, dio cuenta de un trámite sumamente favorable a Juan Carlos, quien logró plasmar lo mejor de su juego para quedarse con el pase a los cuartos tras vencer sin mayores sobresaltos en dos set.
El Negro y la Babolat de Romero… Cuánta magia junta, ¿no?
< Por Renso Denda