Dejó la vida en la cancha y lo ganó. No le importó la juventud de su rival, ni el estado físico admirable ni su derechazo potente.
Aldo Pelegrina vino dispuesto a ganar, a romper el maleficio de aquella final perdida en cemento ante el mismo rival y demostró que poniendo huevos se puede ganar los partidos mas chivos.
De forma totalmente merecida, pudo vencer por 6-4 / 7-6 a Hernán Martinez para seguir adelante en Estados Unidos 7a, y ahora que se agrandó va a ser muy dificil bajarlo.
Atenti que en la próxima fecha puede jugar contra Francisco Alba o Javier Badaracco, dos que vienen afilados también...
> Por Pablo Acosta