El mensaje de Pablo Werner no es nada novedoso. Pero para él, un experimentado en finales, resulta escencial para explicar el triunfo de esta tarde ante Hernan Martinez. Un triunfo que le permitió alzarse con Acapulco 6a, su primer título del año.
"No importa como se juega a veces. En definitiva, las finales se ganan", dijo Pablo tras el 6-3/6-3 que significó su noveno campeonato en Circuito. Y es clara su idea, tratándose de un jugador que tiene más finales perdidas que ganadas: sólo ganó nueve sobre veintitres.
Ya con la de hoy terminada, quedará en el recuerdo la final de Viña del Mar, donde cayó semanas atrás. Aunque sigue siendo una clara demostración de que en cemento, Werner se está tornando un rival temible.
Por Felipe Lugones