Como volar. Como abrazar la gloria. Como llegar hasta Dios. Como escuchar un buen rocanrol en la más bella soledad. Así de pleno se sentía Jorge Tarachian minutos después de vencer por los octavos de final del Abierto de Roland Garros al siempre difícil Fernando Ratti (4-6 / 6-3 / 6-1), todo un referente de la “3ª” categoría según el parecer del hincha xeneize.
Pero antes que JR le diera la mano al exito hubo un partido. Y tendremos que decir que el match arrancó algo más favorable a Ratti en la jornada nocturna del martes de Pasco Tenis, porque fue el Contador el encargado de prevalecer en la set inicial para quedarse con el mismo por un ajustado 6-4.
¿Qué había que hacer entonces para lograr el pasaje directo a los cuartos del segundo Grand Slam de la temporada? Lucharla como un guerrero, dejar hasta lo último en la cancha, confiar en que la única batalla que se pierde es la que se abandona. Y disculpen queridos lectores, pero si alguien entiende mejor que nadie de esto es el grandísimo Tarachian, quien se hizo inmenso en los momentos clave para emparejar las acciones con un solvente 6-3, y finalmente cerrar el cotejo en la tercera manga por un aplastante 6-1.
Dicen que la historia la escriben los que ganan. Y no dudamos que a Jorge, a partir de esta noche, ya cuenta con algún que otro bolígrafos como para empezar a hacerlo. ¡Felicitaciones!
< Por Renso Denda