La cara de "no lo puedo creer" de Hernán Gonzalez nos resultó muy simpática: más que nada porque quedaba en evidencia que realmente no lo podía creer.
En el mediodía de Pasco, le salieron todas y se impuso sobre el durísimo Pablo Ravalli por 6-1 / 6-2 en un match vibrante.
Hernán tuvo que ponerle el pecho a las balas para poder aguantar los bombazos de Ravalli, quien se jacta de tener un misil en su derecha.
Con huevos y mucha entrega, Herni logró meterse en los cuartos de final de Roland Garros, el Grand Slam más importante de todos. Ahora hay que mantener la cabeza fría y mirar para adelante: es cierto que todos los rivales son duros, pero Gonzalez tiene tenis de sobra para hacerle frente a cualquiera...
> Por Pablo Acosta