"A mi nunca me toca ganar", sentenciaba Maxi Broinsky antes de comenzar su partido: se ve que el colo andaba cabizbajo pero por suerte pudo hacer un gran partido e irse contento.
Fue nada más y nada menos que para arrancar a todo brillo en el Abierto de Washington 10a, tras vencer por 6-0 / 6-4 a Diego Selener en un match vibrante.
Tras arrancar bien firme en el primer set, Maxi titubeó un poco en el segundo, pero por suerte pudo hacer las cosas bien, mantener la presión en todo momento y llevarse a casa una victoria enorme.
Broinsky sabe que tiene tenis de sobra para hacer un buen papel en el torneo estadounidense y por eso mantiene la cabeza fría...
> Por Pablo Acosta