Se lo ve campante después de un triunfo agotador. Casi cuatro horas de juego. Y no podía faltar el pucho relajador. "Tengo el pucho de Lolo Chaillot", tira Hernan Garrot, que hoy le ganó 7-6/3-6/6-1 a Gustavo Hamide.
No hay ningún científico detrás de semejante experimento. Producto cien por ciento made in Lugano. El pucho de Lolo, la pelada de Krenz y "la locura de Zavaleta". Con semejante combo, imposible no reconocerlo.
Así y todo, copiando más vicios que virtudes, Frankestein Garrot pasó a los cuartos de final de Montreal 6a, donde lo estaba esperando el duro Martín Rivas. Se va a tener que cuidar Tincho, porque Frankestein sigue al acecho de los vicios ajenos.
Por Felipe Lugones