Eran lágrimas porque no podía moverse ni medio metro más. Pero la alegría estaba igual en el rostro de Mario Fernandez, que ganó en las semis de Washington 2a contra Gaby Peluffo.
Días atrás, Mario había vuelto del sur con una pierna entre algodones. "Me hice pomada haciendo snowboard", contaba tras el partido. Pero igual, aprovechando que el rival tampoco llegaba entero, se quedó con el 6-3/3-6/6-2 que lo mete en una final más.
Días atrás ya lo había conseguido en Wimbledon. Doble espectativa en una categoría donde Mario tiene que sobreexigirse para estar a la par del resto. Corre que da calambre. Y así el esfuerzo termina teniendo su recompensa.
Por Felipe Lugones