Fabián Sancho derrotó al australiano Mark Mills, pero fue con onda: de hecho al terminar el partido se quedaron más de quince minutos hablando de bueyes perdidos.
Mark disputó su segundo partido y volvió a caer, aunque esta vez se lo vió mucho más confiado y seguro de sus propias aptitudes.
El tema es que el slice mortífero de Sancho duele y Mark no fue la excepción a la regla: fue cayendo en la telaraña del experimentado Fabián y ya no hubo vuelta atrás.
Fue 6-3 / 6-0 para arrancar con todo en la primera ronda de Basilea 4a: Sancho es el último campeón y quiere retener el título. O no?
> Por Pablo Acosta