De enero a enero, pero aún más en este otoñal mayo, hay un jugador que saca lo mejor de sí mismo para cosechar importantes victorias que le permiten seguir adelante.
Hablamos de Juancito Mallo, quien acompañado como siempre por su hermosa hija, hizo las cosas como Dios manda y pudo irse celebrando.
Fue 6-2 / 6-1 sobre un David Schomwandt "desdibujado" según sus propias palabras, que no pudo entrar en ritmo y que minuto a minuto fue quedando abajo .
Además Mallo se plantó desde el arranque, manejó los hilos del partido y ahora se prendió arriba, en la cima del Metro de Otoño "7a", donde comparte el podio con Zollhofer y Amoroso, dos que también se candidatean...
En la próxima fecha se le acaba el changüí, ya que se viene nada más y nada menos que el complicadísimo Sergio Ambrosano, quien siempre está dispuesto a frenar a los ilusos...
> Por Pablo Acosta