Generalmente cuando uno prende un instrumento de uso tan cotidiano como un tacachímetro lo hace con soltura, acostumbrado, con sabiduría...
Hoy Enrique Coto quiso sumar dos porotos más para asegurarse la punta del Metro de Otoño "10a" y no dudó un instante: como sabía que su rival era Enzo Tachacho, lo prendió desde bien temprano.
De este modo, al llegar al campo de juego ya lo tenía casi listo: su tacachímetro marcó las 20 horas y diez tacachitos, es decir, la señal justa.
A pesar de tener un tacachímetro moderno y de alta gama, Enrique tuvo serias dificultades para manipular un objeto tan delicado: por eso tardó tres sets en afinarlo para llevarse el 6-4 / 1-6 / 6-2 (en el segundo set, perdió señal el tacachímetro).
Grande Coto, en la próxima fecha juega ante Pedro Peluffo, por eso ya está en MercadoLibre buscando desesperadamente un pelufímetro...
> Por Pablo Acosta