Juanjo Fariñas parece tener una sola obsesión: los torneos grandes. Ya se había consagrado en Australia 2016. Y esta vez, quiso repetir.
Luego de hacer un torneazo, donde limpió a jugadores de la talla de Quattrocchi, Izarra y Corellano, le tocaba bailar con una de las más feas: Enzo Bulacio, quien dicho sea de paso, le había arrebatado el sueño de Wimbledon este mismo mes.
Por eso Fariñas se tomó venganza y, en un partido ambiguo, con muchas idas y venidas, logró quedarse con el título de Roland Garros "3a".
El partido? Muy raro. El primer set Bulacio estaba 5-2 arriba, pero se le escapó la tortuga y Fariñas se lo comió con un 7-6 épìco.
En el segundo, Bulacio dejó todo (lo cual después le pasó factura física) y se impuso 6-2.
Ya en el tercer set, Fariñas tuvo enfrente a un rival muerto, con tenis pero sin gambas: 6-0 y a otra cosa mariposa.
Felicitaciones a ambos por el logro obtenido, ambos se llevan los premios de Wilson y Kirschbaum, aunque es Fariñas obviamente el que disfrutará del reloj que otorga BairesTempo al flamante campeón...
> Por Pablo Acosta