Sobre piso firme, sobre Balduzzi de colores. Claudio la tuvo que remar, pero pudo vencer por 3-6, 6-4 y 6-3 a Emiliano Santoro y se metió en los cuartos de final de Tokyo, por la sexta categoría.
El viento no permitía pelotas ubicadas milimétricamente. Santoro y sus efectivas voleas eran un problema difícil de resolver, todo una enigma. Pero de a poco, Balduzzi fue encontrando el rumbo. Pudo dar vuelta un partido más que complicado y se metió entre los mejores ocho del torneo. El quiere más. Rápido y furioso, reto Tokyo.
>Por Ezequiel Zuk