“Mi secreto tiene que ver con manguerear los partidos, embarrarlos para llevar al rival donde quiero que vaya”. Sabias palabras de Juan Matiazzi, este sensei tenístico, que utilizando esa parla característica y su enorme sacrificio físico, aparte de su aguerrido tenis por supuesto, supo coronarse campeón.
Esta vez fue para poder levantar la Copa Wilson “4ª”, en un marco muy competivo.
Juan derrotó a Leonardo García y a Sergio Dijiani en la fase de grupos, para luego chocar ante Pablo Chaiman en una disputada semifinal, que le valió de pasaporte hacia el último peldaño.
Allí lo esperaba Carlos Kremer, quien llegaba agrandado tras haber limpiado a un par de monstruos, entre ellos al top ten Guillermo Márquez.
Jugando la vida en cada punto, Matiazzi pudo cerrar con un 6-2 / 6-3, más que suficiente para llegar a la gloria.
Dedicado a su familia y a los muchachos de Rojas que esta vez no pudieron venir, Juancito se quedó con un torneo que siempre ansía. Felicitaciones!
> Por Pablo Acosta