Con esa frase terminó su encuentro Mariano Muruzabal y como no lo iba a describir así, si tuvo que luchar por más de horas contra un Octavio Menso que no se resignó en ningún instante.
En los primeros games no se pudo ver lo mejor de ellos, pero, a medida que iban calentando motores, el juego se pudo intenso. Ambos jugadores comenzaron a arriesgar con la derecha y los puntos se hacían interesantes. Mariano sacó una ventaja de entrada que, pese a perder uno de sus saques, la pudo mantener para llevarse el primer set.
En el segundo Octavio reaccionó, Cambió el plan de juego, se fue más a la red y complicó un poco a un Mariano que empezaba a sufrir un poco el esfuerzo impuesto en el primero. El tercero se iba a definir, por ende, por físico. A pesar de intentar ponerle la misma velocidad, los físicos de los dos no reaccionaba. Sin embargo, Mariano pareció tomar un segundo aire y fue más efectivo, aprovechó los errores de su rival y, hasta quebrando en el último game, se llevó el 7-5/4-6/6-3 final. Si los cuartos de finales son así, como habrá de ser las semis.