En un "parido digno para una semifinal", como lo describió Hernán Patat, este se pudo meter en la final del primer Grand Slam del año.
El encuentro comenzó muy mal para Hernán. Su rival, Ricardo Almada, pese a tener que abandonar ayer un encuentro, salió a la cancha con todo. Moviendo a su rival de lado a lado, Ricardo trató de que Hernán erre esa derecha con efecto que saca Patat cuando golpea cómodo. Con ello, pudo quebrarlo y llevarse ese primer set bajo el sol radiante. Sin embargo, Ricardo comenzó a padecer el partido de más de tres horas de ayer y el calor que hacía, por lo que el encuentro se pasó de mano. Patat pudo meter esas pelotas que erraba en el primero y estiró el partido a un tercero.
En el último Almada quebró y lo mantuvo hasta el 6-5 a favor. Allí, sin poder meter un primer saque, no pudo mantener y se quedó sin nafta como para volver a quebrar. Hernán, que tenía el tanque de reserva activado, aprovechó que su rival estaba caído físicamente para cerrar el encuentro en su favor por 3-6/6-2/8-6 final. Allí tendrá que enfrentar a un Pablo Werner que también tuvo una dura semifinal.