Alejandro Goldsman se consagró campeón del Torneo Americano de Manchester, disputado en la sede de Buena Vista, en la localidad de San Fernando, tras vencer por 6-4 a Ramiro Alfano en la final de la categoría 6ª. En un partido muy parejo y disputado, Goldsman mostró temple, consistencia y una estrategia clara para definir en los momentos clave.
Desde el inicio del encuentro, ambos jugadores demostraron por qué llegaron a esta instancia. Alfano propuso un juego agresivo, pero Goldsman logró neutralizarlo con profundidad y paciencia, sacando ventaja con un quiebre en el tramo medio del set que resultó determinante. Con precisión desde el fondo y un sólido primer saque, cerró el encuentro sin ceder oportunidades.
En la fase de grupos, Goldsman había demostrado que estaba listo para pelear el título. Abrió su participación con una victoria categórica ante Germán Rodrigo Falco Arteaga, ganando por 6-1 en un partido jugado a primera hora del domingo. Entre bromas, varios comentaban que “lo agarró dormido”, y no solo en lo literal: Goldsman entró enchufado y no dejó dudas.
Luego, selló su pase a la final superando a Sebastián Guini por 6-3, en un cruce que le exigió más trabajo físico y mental, pero en el que volvió a imponerse con claridad. Ambos partidos reflejaron una versión de Goldsman muy enfocada, sin altibajos, y con un tenis tan seguro como eficiente.
La victoria ante Alfano fue el broche perfecto para un torneo que lo tuvo como protagonista de principio a fin. Goldsman cerró su campaña invicto y sin ceder sets, dejando una gran impresión en el circuito y ratificando que, en torneos como estos, el juego sólido y el control emocional suelen marcar la diferencia.