Joaquín Borga protagonizó una gran remontada hoy en Ferro y se instaló en la final del Abierto de Estados Unidos (8va.), el último Grand Slam del año.
Borga a estas alturas lleva 88 partidos disputados en CircuitoTenis y seguramente la victoria de esta noche haya sido la más satisfactoria para él. Porque se enfrentaba a Nicolás Martínez -uno de los rivales más exigentes de la categoría-, porque perdió el primer set y sobre todo porque nunca había llegado tan lejos en un torneo tan importante.
El incesante viento de Caballito alteró las condiciones normales de juego y Joaquín, que hasta ahora no había perdido ni siquiera un set en todo el torneo, tardó en entrar en ritmo.
La reacción no llegó a tiempo para salvar ese primer parcial, pero al comenzar el segundo Borga pareció cambiar el chip, quebró rápidamente el servicio de Martínez y terminó de convencerse de que no todo estaba perdido.
Joaquín finalmente ganó por 3-6, 6-3 y 10-6. Si algo le faltaba para ponerle el moño a este muy buen 2025 que viene teniendo era llegar a la final de un torneo de Grand Slam. Y ahora tiene un objetivo aún mayor por delante porque está a solo un paso de lograr el que sería su primer título en CircuitoTenis. Claro que para eso deberá derrotar al complicadísimo Gianluca Almada, que lleva nada menos que 15 triunfos consecutivos.