En los 32avos de Basilea, dentro de la 8ª categoría y en la siempre exigente sede de El Abierto, Mariano Di Pietrantonio se reencontró con su mejor versión. Enfrente tuvo a Martín Camarero, rival de juego ordenado y de buena lectura, pero que poco pudo hacer ante la solidez y constancia que Mariano mostró desde el inicio. El partido arrancó con intercambios parejos, aunque rápidamente Di Pietrantonio comenzó a imponer su plan.
Con una ejecución precisa desde el fondo de cancha y aprovechando cada oportunidad para adelantarse, Mariano selló el primer set por 6-3, sustentado en un servicio efectivo y una movilidad que le permitió dominar los puntos largos. Camarero buscó variantes, pero no encontró la manera de romper el ritmo que su rival establecía pelotazo tras pelotazo.
En el segundo parcial, Di Pietrantonio profundizó aún más su dominio. Cerró el marcador por 6-1, demostrando confianza, claridad de decisiones y control mental en cada tramo. De esta manera, volvió a la senda de la victoria de manera muy conforme, dejando una imagen sólida y enviando un mensaje claro para lo que viene en el torneo: está listo para competir, exigir y avanzar.