Por la Primera fase del Torneo de Paris 2025, Rodrigo Sarda se impuso a su rival, Nicolás Petrunic, con un marcador final de 7-6 / 2-6 / 10-6 en el super tie-break.
El encuentro, que se extendió por casi tres horas, fue una montaña rusa de emociones y un claro ejemplo de cómo la fortaleza mental puede decantar un partido al límite.
Un Comienzo de Infarto
El primer set fue un pulso de alta intensidad. Ambos jugadores mantuvieron su servicio con firmeza, llevando la definición hasta el desempate. Sarda demostró una sangre fría encomiable, llevándose la manga inicial por 7-6 y asestando el primer golpe psicológico del partido.
Sin embargo, Petrunic no se dio por vencido. El segundo set mostró a un Nicolás Petrunic más agresivo y efectivo, quebrando en dos ocasiones y dominando claramente el ritmo del juego para llevarse el parcial por un contundente 2-6. Con el partido igualado a un set por lado, las sensaciones parecían inclinarse a favor de Petrunic.
La Clave: La Templanza Mental de Sarda
Al llegar al super tie-break (a 10 puntos), la presión era palpable. Es en estos momentos donde, como se menciona en el reporte, la cabeza de Rodrigo Sarda emergió como la verdadera protagonista.
Ante un rival que venía con el impulso de haber dominado el segundo set y con el panorama en contra, Sarda logró reajustar su estrategia y, más importante aún, mantener la calma. Con puntos largos y una gestión impecable de los momentos críticos, Sarda capitalizó los errores de su rival y se adelantó en el marcador decisivo. El super tie-break final de 10-6 selló una victoria trabajada y sumamente valiosa para el tenista.
El triunfo de Sarda no solo le otorga el pase a la segunda ronda, sino que envía un mensaje claro: en el tenis de élite, la habilidad técnica debe ir acompañada de una determinación inquebrantable. Hoy, Rodrigo Sarda demostró tener ambas, sabiendo llevar un partido que, por momentos, "tenía las de perder".