Aunque la final se definió por la ausencia de su rival, el título premia la regularidad y el dominio que Olivero impuso durante todo el certamen. Con este trofeo, cumple el objetivo de cerrar el 2025 en la cima.
El tenis a veces se define por la presencia y la constancia, y en la noche de cierre del Masters de Torino 2025, Mariano Olivero se alzó con el trofeo de la 9ª categoría. El título se oficializó mediante un Walk Over (WO), debido a la ausencia por viaje de su rival, Vinicius Pasquantonio, quien no pudo presentarse a la cita máxima en la sede de "El Abierto".
El premio a la regularidad
Si bien el público se quedó con las ganas de ver el duelo final, el campeonato de
Olivero es indiscutible. Para llegar a esta instancia, Mariano debió sortear una fase de grupos exigente y una eliminatoria donde demostró por qué es uno de los jugadores más dominantes del circuito amateur en este nivel.
Su juego, caracterizado por la solidez y una notable capacidad de adaptación, lo posicionó desde el inicio del torneo como el hombre a batir. Este título no es producto de la casualidad, sino de una temporada de crecimiento sostenido.
Dominio y ambición de cara al 2026
Con la copa en sus manos, Olivero cumple el objetivo fijado al inicio de la competición: consolidarse como el referente de la 9ª categoría. Sin embargo, lejos de conformarse, el flamante campeón ya mira hacia el futuro.
"Mariano logró el objetivo fijado: ser uno de los dominantes dentro de la categoría y demostrar que tiene mucho más para seguir creciendo", señalaron desde su entorno tras la confirmación del título.
Un cierre de año con proyección
La ausencia de Pasquantonio no empaña el mérito de un Olivero que estuvo listo
para la batalla en cada jornada del Masters. Este éxito le otorga los puntos y la confianza necesaria para encarar el 2026 con un objetivo claro: el ascenso de categoría y la búsqueda de nuevos desafíos tenísticos.
El 2025 se cierra para Mariano Olivero con la satisfacción del deber cumplido y el trofeo de "Maestro" en su vitrina, confirmando que es un jugador con un techo aún lejano.