Hay victorias que valen doble por el esfuerzo psicológico que requieren, y la de Hernán Pizzo esta tarde en la sede de El Abierto fue una de ellas. En el arranque de Adelaida 4ª, Hernán logró destrabar un partido que se le había vuelto una verdadera pesadilla táctica ante el debutante Marcos Tizado,a quien venció por 6-4 5-7 10-8 en casi dos horas de juego.
Experiencia vs. Entusiasmo
El partido comenzó con Pizzo llevando la iniciativa. Conociendo los rincones de la cancha y manejando los tiempos, Hernán logró quebrar en el momento justo para llevarse el primer set por 6-4. Parecía que la jerarquía de Pizzo se impondría sin sobresaltos ante un Marcos Tizado que recién estaba haciendo sus primeros movimientos oficiales en el circuito.
Sin embargo, el segundo set mostró la mejor versión del debutante. Lejos de amedrentarse por el marcador, Tizado soltó el brazo, empezó a mover a Pizzo por toda la línea de fondo y lo desquició con su solidez en momentos críticos. Tras una batalla de casi una hora en ese parcial, Marcos se lo llevó por 7-5, forzando la definición al límite.
Un final no apto para cardíacos
El súper tie-break fue un reflejo de todo el encuentro: paridad absoluta y nervios de acero. Tizado estuvo cerca de dar el golpe y completar la remontada, pero fue allí donde emergió la frialdad de Pizzo. Con un 10-8 ajustadísimo, Hernán cerró el partido a su favor, respirando aliviado tras una batalla de alta intensidad.
Balance del debut
Con este triunfo, Pizzo se mete en la siguiente ronda con el ritmo de juego bien alto tras haber sido exigido al máximo. Para Tizado, a pesar de la derrota, el balance es sumamente positivo: debutar en la 4ª categoría y jugarle de igual a igual a un jugador del nivel de Hernan es una carta de presentación envidiable.