Ignacio Simón se consagró campeón del Masters Weekend tras una actuación memorable en el Torneo Americano, mostrando un nivel de juego que lo colocó claramente entre los mejores de la categoría 4ª. A lo largo de toda la jornada, Nacho jugó suelto como nunca, decidido a soltar su tenis sin reservas, con una confianza y determinación que marcaron la diferencia desde el primer punto.
Desde el inicio de la fase de zonas, Simón dejó en claro sus intenciones. En su primer compromiso superó a Luis Rodrigo Romero por 6-2, imponiendo ritmo, profundidad y una gran claridad en la construcción de los puntos. Más tarde, avanzó ante Ariel Fianucci por 6-0 (WO), resultado que le permitió llegar con energías renovadas a la definición del torneo.
El partido decisivo fue ante Gustavo Iconomopulos, en un duelo que terminó definiendo el campeonato. Allí, Ignacio volvió a mostrar su mejor versión: agresivo cuando la situación lo pedía, sólido en los intercambios largos y muy firme mentalmente en los momentos clave. El 6-4 final no solo le dio el título, sino que relegó a Gustavo al segundo lugar, reflejando la jerarquía competitiva de Nacho en el tramo decisivo.
Uno de los aspectos más destacados del campeón fue su actitud dentro de la cancha. Simón jugó liberado, tomó riesgos, se animó a ejecutar todo su repertorio y sostuvo un nivel alto durante cada presentación. Esa combinación de confianza, valentía y ejecución precisa fue la clave para imponerse en un formato exigente como el americano.
Con esta consagración, Ignacio Simón levanta la copa del Masters Weekend dejando una imagen contundente: está a la altura de los mejores, con un tenis maduro, agresivo y decidido. Un título que no solo premia resultados, sino también una evolución clara en su juego y en su postura competitiva.