Tras ser el mejor de la novena categoría en 2010, Diego Naval se metió en octava, pero no para ser uno más. Tras un comienzo irregular, comenzaron a llegar los buenos resultados. De la mano de las cábalas accedió a la final de Monte Carlo y, finalmente, logró el título, al vencer por 6-2 y 6-4 a Leonardo Ramos.
Tras buenas victorias sobre los mejores de la octava categoría, Naval alcanzó la final, en la que mostró su mejor repertorio, al superar con amplia ventaja a Ramos, otro de los buenos.
Tras un cómodo primer set, Naval estuvo 4-1 en el segundo y también, 5-3, pero le costó, aunque lo terminó cerrando para lograr la victoria y su primer trofeo. A seguir por el mismo camino.
>Por Ezequiel Zuk