Ramiro Harmsen tuvo una tarde con mucha paz para disputar su partido de la primera ronda de Roland Garros. Superó por 6-4 y 7-5 a Eduardo Rossi y mostró que su principal cualidad es la calma para disputar cada punto.
El encuentro fue parejo de principio a fin. La mínima diferencia estuvo en que Harmsen pudo controlar los nervios del debut y nunca perdió el control del partido. Siempre se mantuvo a la expectativa, esperando las chances, que cuando llegaron, supo aprovechar.
En casi dos horas de juego, Harmsen pasó un complicado debut con autoridad, como para pensar seriamente en avanzar en RG.
>Por Ezequiel Zuk