Pablo Aristimuño se quedó sorprendido tras el final del partido que lo clasificó a los cuartos de final de Miami, segunda. Es que su rival, Diego Lunar, agarró las cosas y se fue, cuando el partido estaba llegando a su finalización.
"No puedo creerlo. Venía jugando bien, un poco más errático", destacó Pablo. No hubo manera de convencerlo al cordobés, que estando set abajo y 2-4, con un triple break point en contra, decidió dejar la cancha para no terminar rompiendo algo que le cueste una sanción disciplinaria.
"Podría haber aguantado. Pero vaya a saber lo que le pasó por la cabeza. A mi me ha pasado de pensar de irme en los interclubes. Pero esto es un aprendizaje. Lo tomo así", cerró quien en la próxima ronda tendrá una dura prueba frente a Diego Rondán.
Por Felipe Lugones