Fernando sigue sumando alegrías a su esfuerzo por retomar el buen camino, ese que no podía encontrar desde hace dos años. Y es por eso que cada victoria tiene un valor imprescindible para él y su juego.
Esta noche, por los octavos de Miami, cuarta, Antedoro pudo sacarse de encima un partido complicado de antemano, aunque se le presentó mucho más sencillo debido a un problema físico de Pedro Loredo, su rival. Por eso, el resultado sólo es anecdótico: doble 6-1, para de paso tomarse revancha de un 0-6, 3-6 en el cruce anterior.
"Tenía muchas ganas de ganar este partido, porque la otra vez me había apabullado. Esta vez venía con ganas de pelearla y me encontré con un rival disminuido, que no venía bien, y yo jugué prolijo", destacó tras el final un Fernando motivado y agradecido por la gente que lo bancó cuando las malas acechaban. Las rachas están para romperse, y por ahora él lo viene demostrando con este buen arranque, que según él es "el mejor en los últimos dos años". A no descuidarse.
Por Felipe Lugones