Pablo Valdez les cerró la boca a todos los que no les tenía fe. En la final de Miami, por la tercera categoría, superó por 6-4 / 7-6 a Bruno Castro y logró llevarse la copa e irse muy feliz.
Valdez tuvo una noche de gloria. Estuvo muy paciente ante el juego sólido desde el fondo de Castro y atacó en los momentos de mucha seguridad. Con buenos aproaches y mejores voleas y acelaraciones exactas, Pablo logró superar en un partido apretado a Castro. En casi dos horas y media de juego se llevó el triunfo y el trofeo del segundo Masters1000 de la temporada.
Valdez jugó un partido casi perfecto, sacó todas sus virtudes a la luz y se llevó más premios de los que esperaba...
>Por Ezequiel Zuk