Facundo Malgioglio y Octavio Pobor se jugaron un partido duro y parejo, de tres horas de duración, de mucha transpiración.
Tras una batalla infernal, Malgioglio pegó un grito de guerra por la victoria obtenida, tan luchada: 7-6 / 4-6 / 8-6 para pasar una primera ronda durísima. "Imaginate si era una final", comentaba su amigo, Victor Mercado desde las gradas.
Malgioglio y Pobor se dieron por todos lados. Atacaron sin cansarse, sin darse respiros en nigún momento. Con estilos diferentes, Facundo buscó constantemente la potencia, mientras que Octavio privilegiaba los tiros con efecto y variadades para todos los gustos.
Malgioglio se llevó una victoria difícil de olvidar. Pero de nada sirve si no sigue entregando todo en los próximos partidos. A lucharla...
>Por Ezequiel Zuk