Nada de día del niño para su rival. Alvaro Otazu consiguió en el polvo de ladrillo la alegría que el fútbol no le pudo dar en este fin de semana. Y eso que no comenzó del todo bien. Tras tres sets, dejó out de Cincinnati 6a a Gianfranco Celiberti, que todavía no entiende como se le escapó.
Arrazador fue el comienzo de Gianfranco, que lo vapuleó 6-0 y parecía que todo se encaminaba a un juego rápido. Pero el jugador de cepa rosarino tendría otra contraoferta. Y los nervios traicionaron al joven. Por eso el fan de Rosario Central lo revirtió y se quedó con el 0-6 / 6-1 / 6-2.
Tras la prueba de caracter para dar vuelta la historia, ahora llega otra dura parada. Esta vez, por los octavos, deberá enfrentarse al sexto preclasificado, Pablo Werner.
> Por Felipe Lugones