Ariel Korin dio una muestra de coraje. Engripado, se bancó jugar en cancha descubierta y superó 6-0 y 6-4 a Alvaro Lavalletto y se metió en los octavos de final de Roland Garros, por la sexta categoría.
Con golpes profundos, variados y pocos errores, Korin pasó a un rival con una derecha muy potente. Ahora, Ariel no piensa cesar, sólo quiere seguir avanzando.