Y si... fiel al honor histórico de la dinastía, Víctor Acosta lustró su apellido y se impuso por 6-1 / 4-6 / 6-4 sobre Fernando Rosanova, en un partido chivo y muy parejo del torneo de Roma 8a.
El primer set estuvo más parejo de lo que marca el tanteador, pero Acosta estuvo siempre un escalón más arriba. Increíblemente, teniéndolo liquidado 3-0 en el segundo set, Rosanova resurgió y se pegó una remontada bárbara.
Pero Víctor, esta vez, estuvo más pensante y frío. No se dejó llevar por los momentos de adversidad y fue vital que nunca se fuera del todo del partido. Supo volver y, jugando muy concentrado, estuvo tiro a tiro en el tercer set, hasta quebrarlo sobre el final para, finalmente, desahogarse y festejar un partido que costó demasiado.
Pero, ahora, no la tiene nada fácil. Solo es un respiro momentáneo, ya que en la próxima ronda lo espera nada más y nada menos que Gustavo Vilicie, quien viene imparable. ¡A entrenar duro Víctor!
> Por Pablo Acosta