No solo por su juego es que se hace dicha comparación...(aunque sería legal hacerla), sino también porque cuando gana sus partidos se lo dedica a su hijo, casualmente llamado Thiago también.
A Eduardo García no le cabe el pecho por la puerta de su casa, luego de la victoria de hoy en una épica batalla ante el mostro de Juan Vidal.
Fue 6-2 / 6-1 (resultado mucho más mentiroso que lo que se vió en realidad), suficiente para meterse en la final del torneo mas importante del año, es decir, el Masters de la 4a categoría.
Con un saque perfecto, jugando muy prolijo desde el fondo y casi sin errar, Edu fue tomando la iniciativa y estuvo ayudado por su noche inspirada.
Ahora concentra y se prepara palpitando la gran final de este viernes: al cierre de esta edición, sus potenciales rivales Tarachian y Capalbo se encontraban jugando su partido.
> Por Pablo Acosta