Cuando llego a la sede me encuentro con el protagonista de la jornada, sentado, tomando algo en el buffet del complejo, lo saludo amablemente, nos ponemos a conversar, y lo primero que se me ocurre es preguntarle como le fue en Pinamar éste fin de semana, me responde que la pasó bárbaro, pero que se quedó con bronca porque perdió un partido que aún no se perdonaba.
En el partido correspondiente a la Primera Ronda del Abierto de Cincinnati de la 8a Categoría disputado en la sede de Solís, más precisamente en el barrio de San Cristóbal, Diego Krenz derrotó por doble 6-1 a Miguel Bartorelli y de ésta manera comenzó a sacarse un poco la espina de su derrota en la coqueta Pinamar.
En el primer set Diego se encargó de atacar a su rival en todo momento, con buenos golpes de fondo, con un revés tan preciso como esquinado, y con certeros golpes para definir cuando le tocó acercarse a la red, Krenz pudo adelantarse por 6-1 ante un Bartorelli errático.
En el segundo si bien Migue se soltó y pudo mostrar un poco mejor sus armas, la remontada no se hizo posible porque Diego estaba afilado, con el cuchillo entre los dientes, y de ésta manera volvió a imponerse por 6-1 para sellar su triunfo y cerrar un partido por momentos perfecto.
> Por Lucas Santoro