La noche del viernes de Solis se presentaba algo complicada para el carismático Gastón Sanz. Y es que en apenas algunos minutos ya se encontraba set abajo (1-6) ante Gustavo Vilicie por la Primera Ronda del Abierto de Shanghai en la “7ª” categoría.
Pero tropezar no significa caer por completo, y vaya si el vecino de Vicente López entiende sobre esto de no darse nunca por vencido. Porque las devoluciones que iban anchas en el inicial comenzaron a entrar sobre el rectángulo de juego el segundo chico. Porque la derecha pasó de esconderse a convertirse en protagonista estelar. Porque la cabeza cambió el chip del “modo negativo” al “modo positivo”.
¿Y cuál fue el resultado de la ecuación? Un contundente 6-3 en el siguiente parcial, y posterior barrida en el tercero (6-0) para sellar el boleto a los octavos de final del torneo y demostrar que la magia sigue intacta.
“Eso es el éxito, Gastón: pararse y dar pelea”.
< Por Renso Denda