La alegría con la que se fue Osvaldo Rodriguez no tiene precio. Es que esta noche, en Teléfonos, ganó uno de los famosos partidos chivísimos ante Gabriel García Santiago y lo dejó eliminado de Cincinnati 7a.
Comenzó con un mal panorama, pero lo fue revirtiendo, a pesar de la carga física, que en la balanza entre ambos lo desfavorecía claramente. "No lo puedo creer", decía después de ganarlo 2-6 / 6-2 / 7-6, y seguramente mañana se acordará mucho de este partido, cuando le pese todo el esfuerzo realizado.
Pero la alegría no se la saca nadie, ya que se sacó a uno de los novatos que venía sacando chapa, y ahora tiene por delante otro torneo, en donde ya podría haber quedado eliminado. El domingo sabrá quién es su próximo rival: se define entre Sergio Huber y Fernando Mendez.
> Por Felipe Lugones