En una final que quedará para el recuerdo, López derrotó a un durísimo Boris Coalova por 6-2 y 6-3, demostrando que la inteligencia táctica es la mejor arma sobre el Polvo de Ladrillo de "El Abierto".
La noche de viernes se vistió de gala para recibir la definición del Masters de Torino 2025 en su 3ª categoría. En un duelo que enfrentaba a dos de los mejores exponentes del circuito, Felipe López se consagró como el "Maestro" del año tras vencer a Boris Coalova con un tenis sólido, estratégico y, por momentos, inexpugnable.
Un plan de juego ejecutado a la perfección
Desde el primer set, López dejó en claro que no iba a entrar en el juego de potencia de su rival. Con una lectura de cancha envidiable, Felipe supo neutralizar la agresividad de Coalova. El parcial de 6-2 fue el reflejo de un jugador que entendió que la clave estaba en la paciencia: defensas extremas que obligaron a Boris a buscar una línea más de lo necesario, provocando errores no forzados en momentos críticos.
Resistencia y jerarquía
En el segundo set, Coalova intentó reaccionar, pero se encontró con una pared. La clave de la victoria de López residió en su capacidad para sostener peloteos largos. Lejos de desesperarse, Felipe aceptó el reto físico, moviendo a su oponente de lado a lado y ganando la batalla psicológica en cada intercambio que superaba los diez golpes.
Con un quiebre decisivo promediando el set, López encaminó el 6-3 final que le otorgó el trofeo más codiciado de la temporada.
"Felipe supo leer con exactitud el juego de su rival, aplicando excelentes defensas que le favorecieron para su victoria", comentaron desde la organización tras la entrega de premios.
El cierre de una temporada dorada
Este título no es solo un trofeo más en la vitrina de López, sino la confirmación de su crecimiento en la categoría. Tras haber superado una semifinal dramática ante Germán Núñez, hoy demostró que tiene la templanza necesaria para las grandes citas.
Por su parte, Boris Coalova cierra un año fantástico, llegando a la final tras una racha imbatible, pero hoy se topó con un rival que simplemente no tuvo fisuras.